Enrique Cárdenas y Castillo Nájera
Daniel Goleman (1999).
Capítulo 1. La inteligencia emocional en la empresa y
Capítulo 2. Aptitudes de las estrellasTal vez el manejo de nosotros mismos y las relaciones con los demás sean tanto un tema muy trillado como algo en lo que muchos todavía no creen del todo. En un mundo tan avispado tecnológicamente donde la información y su misma interpretación viajan en segundos dándole la vuelta al mundo, donde la competencia feroz es el pan nuestro de cada día; parece ser que el conocernos a fondo, el autocontrol y el trabajo colaborativo no son tan significativos como debieran serlo.
La iniciativa y la empatía, la adaptabilidad y la persuasión sugieren ser temas alejados de nuestra cotidianeidad, conceptos de un pasado ya no tan reciente (los 60s y el desarrollo organizacional o DO) y de un período más cercano a nuestro tiempo con la inteligencia emocional de este autor.
Cocientes intelectuales no tan aptos relacionalmente o cocientes intelectuales demasiado elevados y que no tiene la capacidad de trabajar colaborativamente. Realmente, ¿Qué es lo importante para nosotros? ¿Para la organización? ¿Para nuestra sociedad?
No ser solamente simpático sino poder ser asertivo, ser capaz de conscientemente manejar nuestros sentimientos y expresarlos de manera que nos entendamos probablemente llegarán a ser cualidades más necesarias en nuestros ambientes laborales y más allá de éstos.
La movilidad del elemento humano en el ámbito empresarial, la capacidad de reinventarnos, adaptarnos, promover el cambio y sobre todo el ser relacional y consciente de sí mismo, de sus capacidades, de su poder de elección en sus decisiones hacen que nos detengamos un poco y que pensemos si serán importantes las habilidades de:
· Saber escuchar y comunicarse oralmente
· Adaptabilidad y respuestas creativas ante los obstáculos y reveses
· Dominio personal, confianza en uno mismo, motivación para trabajar en pos de un objetivo, deseo de desarrollar la carrera y enorgullecerse de lo alcanzado
· Efectividad grupal e interpersonal, espíritu de colaboración y de equipo, habilidad para negociar desacuerdos
· Efectividad en la organización, deseo de contribuir, potencial para el liderazgo
· Deseo de Aprender
¿Qué tan importante es esto? ¿Debemos intentarlo? ¿Cómo hacerlo?
Aún cuando McClelland allá por 1973 fue uno de los primeros autores en insinuar medir primero aptitudes - característica de personalidad o un conjunto de hábitos que llevan a un desempeño laboral superior o más efectivo; en otras palabras: una habilidad que agrega obvio valor económico a los esfuerzos de una persona en su trabajo -, y después el Cociente Intelectual o CI, la lucha – si la hubiere -, desde mi punto de vista no debe centrarse en que es mejor si un CI o una IE (inteligencia emocional). Ambas partes nos componen como seres humanos.
La capacidad para interpretar los mensajes emocionales de personas indicando que esto era una de las cualidades de las “estrellas” aunado a:
· “las habilidades blandas”,
· la pericia: nuestro cuerpo total de información especializada y habilidades prácticas, la que nos torna lo bastante buenos para ejecutar un trabajo en especial
· la inteligencia emocional
Lo que me parece aún más interesante y que conjuga a CI e IE es que “todas las aptitudes emocionales involucran algún grado de habilidad en el reino del sentimiento, junto con los elementos cognitivos que estén en juego”, sin embargo el ejemplo de los estudiantes quienes buscan trabajo y como lo logran es de tomarse en cuenta, ¿Qué significó la permanencia y éxito de uno y el fracaso del otro?
Creo que en principio debiéramos tender a aprender y a desarrollar nuestra aptitudes emocionales (Una aptitud emocional es una capacidad aprendida, basada en la inteligencia emocional, que origina un desempeño laboral sobresaliente) por medio de - cómo nos comenta Goleman - : “La inteligencia emocional la cual determina nuestro potencial para aprender las habilidades prácticas que se basan en sus cinco elementos: conocimiento de uno mismo, motivación, autorregulación, empatía y destreza para las relaciones”.
El mundo actual con todos sus avances permanece – en ocasiones -, estancado, ensimismado en su ciencia y tal vez olvidado de sus emociones.
Capítulos 1 y 9 Senge. P. “Dame una palanca y moveré la mundo – Dominio Personal”
“Para poder potenciar a nuestra gente requeriremos de una nueva comprensión de: “la mente subconsciente, la fuerza de voluntad y la acción del corazón”
Adaptado del pensamiento de Kazuo Inamori, fundador y presidente de Kyocera
“Lo que fue, es y será, libera”
Símbolos de la palabra Jehová
¿Fragmentación o pensamiento sistémico?
¿Organizaciones aprendientes y liderazgo compartido?
En la actualidad y ya desde hace casi más de dos décadas pensadores como Peter Senge nos hacen ver lo sencillo de lo complejo. Las partes no son o funcionan igual que el todo. El mundo actual nos exige que veamos las interrelaciones y que comprendamos que la esencia radica en el que todos somos aprendices y que cada vez más el ser humano no sólo busca los objetivos extrínsecos del trabajo: dinero, bienes materiales, etc., sino con mayor ahínco los de tipo intrínseco: satisfacción en la tarea misma, reconocimiento, dignidad, compromiso, trascendencia ... Senge nos lleva a través de las 5 nuevas tecnologías de componentes hacia el logro por tener y conformar organizaciones inteligentes, a mi gusto aprendientes. Esas 5 dimensiones que él denomina disciplinas conforman un conjunto inseparable amalgamado por la que llama su “Quinta disciplina o pensamiento sistémico” - las otras cuatro: Dominio personal, Modelos Mentales, Construcción de una Visión Compartida y el Aprendizaje en Equipo -.
Curiosamente nuestra filosofía occidental basada en nuestros antepasados griegos nos muestra por medio del concepto de “Metanoia” que debemos cambiar nuestros enfoques, y desplazarnos mentalmente, es decir; cambiar de perspectiva y que desde ese nuevo modo de ver, comprender que “el verdadero aprendizaje llega al corazón de lo que significa ser humano” para conducirnos a organizaciones aprendientes que continuamente expandan su capacidad para crear su propio futuro. ¿Crear nuestro propio futuro? ¿Cómo? Primero aprendiendo a conocernos a nosotros mismos, “de adentro hacia fuera”.
El dominio personal o disciplina del crecimiento y del aprendizaje personal nos dará la pauta inicial para conducirnos hacia un aprendizaje continuo como base de la organización aprendiente.
Abordar la vida como una tarea creativa parece no ser tan difícil como suena. Sin embargo creo que para ello debemos retroceder nuestra infancia, observar más a los niños alrededor nuestro y empaparnos nuevamente de la capacidad de asombro que nuca debimos, debemos o deberemos perder.
¿Qué es importante para nosotros, nuestra visión? ¿Cuál es nuestra realidad actual? Entre ambas posiciones conoceremos esa “tensión creativa” que nos llevará cada día ser mejores, que conformará el llamado “aprendizaje generativo”. Lo más interesante, llevar también esta energía al desarrollo de nuestra gente.
Como vamos viendo las disciplinas se relacionan entre sí y el mero dominio personal no siempre es bien visto por las jerarquías organizacionales, pero no es bien visto cuando no se crean, alinean y comparten visiones y modelos mentales.
Algo que me llamó la atención nuevamente al releer este capítulo es lo que menciona Fritz en cuanto a las 3 estrategias genéricas – consentir el desgaste de nuestra visión, la manipulación del conflicto a través del temor y, la fuerza de voluntad -; para afrontar las fuerzas del conflicto estructural y como comenzar a modificarlas. El punto importante para mí, es que se comenzarán a modificar nuestras creencias por medio de nuestro compromiso con la verdad: el empeño por extirpar las maneras en que nos limitamos o nos engañamos impidiéndonos ver lo que existe, y para desafiar continuamente nuestras teorías acerca de por qué las cosas son como son. El darnos cuenta de que nuestros propios actos forman parte del resultado…, cobrar conciencia de nuestra realidad.
Realmente ¿Qué es lo importante para ti? ¿Para mí?
Subconsciente, razón e intuición se conjugan para lograr el dominio personal pero, no necesariamente proponiéndonoslo, sino de forma natural como subproducto de nuestra pasión por utilizar todos los recursos de que disponemos. Ello, aunado a ver y descubrir nuestra conexión con el mundo que nos rodea, tener compasión y empatía por los demás adicionados de un compromiso con la totalidad debe llevarnos a la creación de un clima organizacional donde sea fomentado el crear visiones tener un compromiso con la verdad desafiando al status quo y realmente ser líderes.
Un buen curso y un buen semestre
Muchos saludos